Te llamé por tu nombre…
¡Alegría!
No me miraste siquiera,
aceleraste el paso
y te perdiste ligera
dejándome allí tan solo
en una calle cualquiera.
Te llamé por tu nombre …
¡Alegría!
Lo grité con tanta fuerza
que hasta volviste la cara
¡quién lo diría!
Tú tan distante y esquiva
pero me tiraste un beso
desde la otra esquina.
Te llamé por tu nombre …
¡Alegría!
Pero no me escuchaste,
seguiste adelante con porfía
y yo enamorado te seguí
aún sabiendo que al final
jamás podría hacerte mía.
Te llamé por tu nombre …
¡Alegría!
Y al volverte hacia mí…
¡no te reconocí!
ya no eras la misma,
la que conocí aquel día
cuando íbamos siempre juntos
sonriéndole a la vida.
Ya no te llamaré por tu nombre
Es muy tarde para mí,
jamás podré recuperarte.
Sigue, sigue adelante hasta el fin
que yo seguiré tus huellas.
Seguiré pensando en ti
hasta que llegue un buen día
en que tenga que partir
y vuelva a gritar tu nombre.
¡Alegría, me voy sin ti!
(Marcamar)
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