Tú eres como la tierra
que nunca nadie ha nombrado.
Cesare Pavese
Me desperté hoy,
Sin vida,
menos yo,
más de mí.
Escribo letras
que no he parido,
soy profeta
sin rumbo fijo.
Ya no quiero
la palabra,
quiero
ser poeta
Me he quedado,
Cesare,
en el lugar
de los espejitos.
Triste literata
Pero ya me voy,
Cesare,
por otros rumbos
a contarme historias
y desconcertarme
de la que soy
Poeta de mí misma.
Por hoy,
Me salvo de tu destino
Cesare.
Mañana será otra palabra
En mi luna nueva,
del otro lado de mi corazón.