
Amanecí con ganas de llover
desgarrada nube
agua que precisa caer.
Dejar de ser mustio rocío
en pleno despertar
taladrar la tierra
horadar asfaltos
trastornar transeúntes
desquiciar la ciudad.
Acallar voces con mi estruendo
destruir paraguas
inundar postales
importunar la mañana
con mi reproche
de piel insolada
en desértica espera
mientras clamaba la noche.
Amanecí con ganas
de transformarme en tormenta.
© Carmen Asceneth Castañeda
Muy hermoso poema, Carmen….te invito cordialmente a visitar mi blog de poesía “Siembra de amor”, nada más tendrías que hacerle click a mi nombre y te llevará hacia mis versos. Un saludo en la distancia.
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Agradezco tu comentario y tu invitación Ingrid, con mucho gusto seguiré tus letras. Un abrazo desde el Estado de México.
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