cabalgando la nada
ligera, sin equipaje.
No me fatiga la luna
si hoy menguante
mañana estará plena.
No me asusta el vacío
ni le temo a las sombras
ni me agota el frío.
Si de pronto me pierdo
Orión me rescata
y Nicté me consuela.
No soy de sol
no soy de luz
no busco un arcoíris.
Transito por el día
como si fuera niebla
pesada y densa
como si fuera un fantasma
en espera de la madrugada.
***
Vengo de la noche
de la noche soy
y a la noche me vuelvo.
© Carmen Asceneth Castañeda