acumulada tanta agua
mi pecho
deja caer.
Tú llueves
tus ojos desprenden olas
inundas tardes
desoladas horas.
Él llueve
a solas sorbiendo sales
arrastrando anclas
y sombras
y pesares.
Nosotros llovemos
resbalamos sobre líquidas aceras
ciudades agrietadas
gestan y paren tormentas.
Ustedes llueven
ahogados en cada esquina
yerguen semáforos
no árboles en verde
para evitar el siga.
Ellos llueven
reloj en mano
primavera, otoño y verano
los vientos levantan el asfalto
al rededor queda, desvalida
la ciudad cubierta en fango.
Todos llovemos
hemos llovido
y lloveremos
porque de tierra seca
agreste y sedienta
nacimos.
© Carmen Asceneth Castañeda
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