¡Sístole de poetas! ¡Diástole de poetisas!
Corazones que nimban a un tiempo la brisa, se obre el milagro de los artistas, surtidores de versos en las glorietas… Y corros de luz pacifista.
¡Sístole de poetas! ¡Diástole de poetisas!
Almas descarnadas tejiendo la piel del mundo con hebras de plata, me hundo en el Todo que la excelsa diadema de tus cabellos mis ojos empaña, elevas mi espíritu terco con tu tierna mirada, Sol de la mañana, mientras vuela mi mente y vierte mi sangre su tinta en la madrugada, cálida flor que riza el verso desde mis sábanas…
Soy sólo Amor y el astro Sol me delata.
Eduardo Ramírez Moyano
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