Ya mis lágrimas secaron, me miro al espejo y en el reflejo mi rostro seco e intrínseco proyecta el hueco que el sentimiento de dolor dejo en mi interior.
Ya mis lágrimas secaron, pero en el fondo se haya un pozo lleno de trozos de mi corazón que se llevó la desolación que ella me dejo.
Si, mis lágrimas comenzaron a secar y mis ojos se dejaron de hinchar de lo tanto que solía chillar.
Puede que haya dejado de llorar pero aun se pierde mi mirada entre las llamaradas del sufrimiento, aun conservo el anhelo de que todo fue un mal sueño pero no.
Trató de recuperar el vigor y continuo con valor la que sea mi labor, y procuro cuidadosamente no volverme una demente de la motonotia y aunque sea con o sin algarabía conseguir lo que quiera el alma mía.
Mis lágrimas ya secaron pero, al igual que pétalos cayendo, aun lloró por dentro.
Oxalida